domingo, 1 de diciembre de 2013

Festival Eñe de Literatura, 5ª edición.





Lorenzo Silva, Jesús Marchamalo y Gonzálo Torné: “El escritor en la sociedad tecnológica”


La irrupción de la tecnología como mediadora entre los creadores y la sociedad, que asusta a unos tanto como  estimula a otros, ha provocado suficientes dudas como para plantear debates. ¿Debe cambiar la actitud del escritor antes su propia obra? ¿Se puede seguir viviendo de escribir? ¿Tiene que convertirse el escritor en editor de su obra?¿Tiene que promocionarla y venderla él mismo?¿Es posible seguir siendo escritor sin adentrarse en las redes a través de Facebook, Twitter, los blogs o la nube de Internet? ¿Cómo transforma el nuevo modelo tecnológico la relación entre el escritor y el lector?
Hay escritores de cafetería y otros que  necesitan del más absoluto silencio y soledad para poder volcar sus letras.  Ruano era uno de ellos, mientras José Hierro se iba al bar a escribir. Cuentan que Miguel Delibes escribía en el pasillo de su casa, con los niños jugando encima, hasta le quitaban hojas de los manuscritos para envolver bocadillos, cuando pudo se compró un piso para poder escribir tranquilo, una vez allí no se le ocurría nada y volvió a su casa llena de vida y ajetreo.
Ahora con la escritura en ordenador, no hay manuscritos. Patricio Pron afirma que ha habido muchas víctimas del Times Roman, que hay que buscar una letra neutra, dice que el tipo de letra impone un tipo de literatura.  Este autor quema todos sus manuscritos una vez publicados. García Marquéz destruyó el de Cien años de soledad para que no se pudiera ver la tramoya de la novela después.
Lorenzo Silva tiene encima de la mesa dos móviles y afirma que escribe siempre en ordenador, tanto en su casa como en el tren o en la oficina, afirma que escribió tres novelas a mano de las cuales solo ha publicado una.
Gonzalo Torné usa libretas para sus creaciones y no lleva móvil. Afirma que el ordenador es una máquina llena de tentaciones y de entretenimiento. Hay escritores que tienen dos ordenadores, uno con Word y el diccionario sin internet y otro conectado a Internet.
Jesús Marchamalo tiene un móvil sobre la mesa y va twtteando sobre la marcha, tiene página web, blog  y casi todos los días publica algo en facebook, afirma que se puede perder gran cantidad de tiempo por hacerse visible en las redes.
El facebook nos induce a la multitarea, cada mañana miles de trabajadores anónimos y sin sueldo alimentamos esa página. El autocontrol es fundamental para no perder el tiempo en estos sitios. Aunque da mucha visibilidad. Pero  se han perdido muchos buenos autores  debido al acceso a las redes, donde se pierden en el limbo. 

Juan Bonilla y Miguel Albero “Lo confieso, soy un bibliópata”





Hay quién colecciona primeras ediciones, incunables, libros firmados, libros dedicados por escritores a otros escritores, ediciones extranjeras o limitadas… En el fondo, todas estas muestras de coleccionismo pueden resumirse en una misma palabra: bibliopatía. De cómo algunas personas pierden la cabeza por conseguir un libro determinado.
Pasión significa lo mismo que vicio en griego. La bibliopatía es una enfermedad, como en la drogadicción, no hay un drogadicto sin un buen camello, para los bibliópatas el camello suele ser el librero. Antes existían las librerías de nuevo que podían ser de fondo, dónde se podían encontrar a autores no reeditados. Cuando entras a una librería de viejo nadie encuentra el libro que va buscando sino otro que no esperaba encontrar.
También he sentido esa emoción de encontrar el libro descatalogado y agotado de uno de mis autores preferidos, (El vendedor de rosas de Garriga Vela) el librero a sabiendas de mi adicción por tener ese título me lo vendió con el precio inflado. Otro día por casualidad entré a ojear y encontré unos cuentos antiguos de Juan Bonilla. La alegría que sentí cuando encontré una edición antigua y bien traducida de Ancho mar de los sargazos de Jean Rhys, o Diario de una buena vecina, de Doris Lessing. Por eso tienen ese encanto las librerías de viejo, en Málaga tenemos varias por citar dos en las que encuentro mis tesoros: Abadía y Códice.

Rafael Reig y Antonio Orejudo: “La sátira literaria en los tiempos del cólera”





¿Por qué damos tan poca importancia a la sátira? Toda época ha tenido, junto a los escritores serios, otros que se reían de ellos con los lectores. Desde Aristóteles, que se burlaba de Eurípides, hasta los surrealistas, que se burlaban sin parar del mundo, la literatura ha sido siempre una moneda de dos caras, en la que ninguna de ellas se ríe a mandíbula batiente de la otra, severa. Siguiendo la tradición satírica peninsular (Marcial, Quevedo, Góngora, Lara, Valle-Inclán…),  Rafael Reig y Antonio Orejudo nos cuentan por qué les gusta tanto reírse de los escritores más admirados, desde la Generación del 27 hasta el momento actual.
El humor es un disolvente del miedo, es el disolvente de la realidad que la muestra tal cual es,  el poder controla mejor cuando hay miedo. Pero en esta época el humor se ha convertido en sinónimo de necedad. Sólo se puede escribir sátira desde una posición moral. Cuando te cambian las cosas de su sitio habitual, es cuando las ves de verdad.
En el libro de Antonio Orejudo “Un momento de descanso” se habla de la Claudicación, del momento en que nos justificamos, justo antes de claudicar y transcurre en un país de nuevos pobres, como el de ahora. Escribir literatura que haga reír en España dónde la risa está prohibida tiene sus riesgos.
La tragedia tiene más prestigio que la comedia, ¿Por qué si haces llorar te respetan más que si haces reír? La comedia es considerada como falta de densidad intelectual. La tragedia hace alusión a lo universal, mientras que la comedia es a lo local.
El libro de Manuel Reig “Literatura para caníbales”.

Si queréis leer más sobre lo que se habló en Eñe, pasad por el blog de Punto y Seguido.



domingo, 13 de octubre de 2013

Alice Munro

Imagen del artista Marcos Reina


Ya sé que todos los periodistas hablan de ella ahora, lo sé. Pero tengo que decir que estoy muy contenta de que le hayan dado el Premio Nobel de Literatura a esta mujer, a esta escritora de relatos. Hace algunos años me la recomendó mi amiga Inma, empecé con el libro ”Odio, amistad, noviazgo y matrimonio”. Recuerdo que me llevé el libro al trabajo, en esa época hacía sustituciones para una empresa de servicios sociales. Ese día tenía una cita para una revisión  médica y había pedido permiso de una hora. Me senté en la sala de espera y empecé a leer uno de sus relatos. De vez en cuando levantaba la vista y me veía rodeada de pacientes que iban cambiando de caras. Al terminar el cuento,  miré a mí alrededor y vi que estaba completamente sola en la sala de espera. Alarmada, me acerqué a información y les pregunté que por qué no me habían llamado. La auxiliar consultó con la enfermera que miró el listado y me dijo que me habían nombrado repetidas veces pero que no había respondido.  Al final me hicieron la prueba. Volví al trabajo tarde, con la esperanza de terminar pronto y volver a mi casa para seguir leyendo a Alice Munro.
De los libros que he leído de ella también me han atrapado Demasiada felicidad y Las lunas de Júpiter. Seguiré leyéndola y más ahora que reeditarán los que están descatalogados.

  Lo que dicen de ella:

Cristina Consuegra: "Munro ofrece una visión del mundo desde la periferia y la fragilidad. Desde el instante que precede a la fractura. Conceptos que hacen de su narrativa una experiencia lectora fascinante, singular.

Antonio Muñoz Molina: Debajo de la escritura lisa y serena de Alice Munro hay siempre algo compulsivo; un regreso permanente a ciertos escenarios y a ciertos temas; una exploración reiterada a lo largo de muchos años de experiencias fundamentales de su propia vida, que no parecen agotársele nunca; una curiosidad por asomarse a comportamientos desorbitados que irrumpen en la normalidad y a situaciones atroces.

Juan CruzFue la semana en la que Alice Munro volvió a ponernos a leer cuentos; la vida es como sus historias, delicada y brutal, cruzada por el espanto que reside bajo el aparente sosiego.

           El síndrome de ChejovHoy que Alice Munro ha recibido el premio Nobel no está de más recordar que si pocas mujeres han recibido el galardón, muchos menos cuentistas lo han logrado. Concretamente, nadie hasta Munro, en más de un siglo de historia. Es verdad que grandes escritores de cuentos han logrado el Nobel. Kipling, Hemingway o Faulkner, por ejemplo, pero nunca en los discursos de concesión de la Academia sueca se aludió a su escritura de cuentos, ni fue esta la parte fundamental de su obra. En el caso de Munro, sin embargo, todos sus libros pertenecen al género del relato. (Por Miguel Angel Muñoz)


jueves, 10 de octubre de 2013

Viajes alternativos


Viajes alternativos, es el libro de poesía y prosa de varios autores en el que participo con el relato  corto:"Los restos del naufragio" editado por la
Editorial Airon, ISBN: 978-84-96124-19-6.

Copio un fragmento del relato:

"Las horas pasaban lentas, olía a incienso y a azúcar quemado. Las vecinas se acercaban, me daban sus condolencias, dos besos acuosos en las mejillas y  un te acompaño en el sentimiento. Se lo agradecía con un susurro, mirando al suelo. No podía llorar, ni gritar. Me sentía culpable por estar pensando en la ecuación sin resolver del cristal de la ventanilla. No sabía entonces que ciertos momentos de nuestra vida se enredan en la memoria para salir a flote tarde o temprano, como los restos de un naufragio."



lunes, 27 de mayo de 2013

Líneas Paralelas




Líneas Paralelas
 es un libro dónde la Poesía y el  Relato conviven juntos, contándonos historias sobre los amores imposibles. Los hay locos, dramáticos,  lunáticos, esperanzadores, nostálgicos, divertidos, irreales…

En este libro participo con dos relatos: "No tires las cartas de amor" y "Mañana será otro día".

 Ha sido un proyecto  de Javier Rodriguez Barranco,  que  ha utilizado como herramienta de contacto las redes sociales. Mediante  un grupo creado en facebook  nos pusimos en contacto quince autores que sin conocernos participamos con nuestras letras, nos hemos sorprendido al leernos, cada uno con su voz y su estilo propio. 

 Publicado por Ediciones Alvaeno y Chu Campos ha realizado la ilustración de la portada.

Se presentó en abril en el Liceo de Málaga, El Ateneo, La línea de la Concepción y en Sevilla.

Os dejo el enlace a la reseña del libro que hizo Mari Paz Osorio, en el blog de Manuel Martinez: Mirada de lobo.



viernes, 10 de mayo de 2013

43 Feria del libro de Málaga


                                         Hoy han abierto sus casetas los libreros malagueños
                                         en una nueva ubicación:
                                         El Palmeral de las Sorpresas



                                         Se puede ir en autobús, andando o en bici






                                               El escritor Alfredo Taján,
                                               con su libro  El pez espada.

                                               
                                                         Me encantan esto libros.




                                        No falta ni un libro, ni un personaje,
                                         con los buques como escoltas.

Aquí dejo el enlace con el Programa oficial de estos días:


http://www.ferialibromalaga.es/



viernes, 15 de marzo de 2013

¿Cuál es tu primer recuerdo?





     
      Alguien preguntaba: "¿Cuál es tu primer recuerdo?"
      Y ella respondía: "no me acuerdo."
      Casi todo  el mundo lo tomaba a broma, aunque algunos sospechaban que se hacía la lista. Pero ella lo decía en serio.
-Sé lo que quieres decir -decían los comprensivos, disponiéndose a explicar y simplificar-. Siempre hay un recuerdo detrás del primero que te impide llegar a él.
      Pero no: ella tampoco quería decir eso. Tu primer recuerdo no era algo como el primer sujetador, o el primer amigo, o el primer beso,  o el primer polvo, o el primer matrimonio, o el primer hijo, o la muerte de uno de tus padres, o la primera intuición súbita de la lancinante desesperanza de la condición humana; no era nada de eso.

Julián Barnes
Del libro: Inglaterra, Inglaterra.

Imagen copiada de Internet.

lunes, 25 de febrero de 2013

Arco iris







Tener miedo de tus propias palabras, de escribirlas, decirlas, pensarlas incluso. Del daño que te pueden hacer, tanto si las pronuncias como si las callas como si fueran los bordes de una botella rota apuntándote a la yugular.
Vivir rodeada de una situación que supera cualquier fantasía, donde conviven la mentira y la falsedad y no paran de amontonarse. No saber qué hacer. No tener ni idea de cómo combatir esa realidad que te va engullendo, que hace que hoy tengas trabajo y mañana no, que cada vez todo sea más precario, más intolerables las condiciones.
Enroscarse como un caracol dentro de su concha, sin querer escuchar ni hablar, cada vez más ahogada en el mutismo. 
Mirar el paisaje, ese arco iris que convive lleno de colores, con la lluvia y el sol.  Pensar que tal vez aún hay esperanza, que el ser humano se reinventa en las situaciones más inverosímiles, que aguanta el chaparrón como la mujer del paraguas y sigue para adelante con sus pequeños pasos...




viernes, 11 de enero de 2013

Libros que no pude soportar



                                     (imagen de Internet)

Por lo general solo hago reseñas y hablo de los libros que he leído y me han gustado. Nunca suelo ser crítica con los que he dejado a medio leer o no he podido con ellos desde las primeras páginas, por respeto al escritor o escritora y a los lectores que sé que les ha gustado y porque puede ser problema mío que en ese momento no sea el adecuado para leer ese libro.

Pero hoy voy a hacer una excepción y os voy a contar con los que no he podido.

1. El cementerio de Praga de Umberto Eco, leí hasta la página ciento y pico pero no podía con él, sé que es un buen escritor, una novela de peso, pero no me apeteció seguir leyéndola, me resultaba pesada que daba vueltas a lo mismo sin avanzar o igual no capté el sentido del humor o la trama, no lo sé pero la devolví sin terminar. Sin embargo leí Baudolino hace unos años y aunque se me hizo pesado me gustó.

2. La conquista de Cortés, de Matilde Asensi. Lo teníamos para el club de lectura, incluso habían invitado a la autora que por cierto es muy cercana y simpática. Incluso a algunas lectoras conocidas  les habían encantado los tres libros. Este se me atragantó en el primer capítulo, no sé si por el lenguaje que utiliza (sé muy bien que es complicado para una novela histórica) porque no me creía la acción o el personaje, porque no había leído los dos anteriores o porque en ese momento necesitaba leer otro tipo de libro. Pero no pude con él.

3. La grieta, de Doris Lesing, este la verdad es que lo leí entero porque era una propuesta para comentar en un taller, pero es de esos que paso las páginas esperando que ocurra algo, sobre todo era que contaba y contaba y no mostraba. Se me hizo pesadísimo. Sin embargo Diario de una buena vecina me gustó muchísimo y Alfred y Émily de la misma autora también me gustó.

4. Las cincuenta sombras de Grey de E.L. James. Este me lo habían recomendado mucho, había leído la publicidad como un fenómeno entre mujeres. Empecé a leerlo y me recordó las novelas de jazmín: el chico rico, guapo, creído, y la chica que cae rendida a sus  pies en un amor pasional pero claro esta vez contado sin pelos en la lengua. No digo que no sea una lectura entretenida, que lo es. Y creo que es estupendo que muchas personas que no leían estén leyendo, que sea super-ventas y todo eso está muy bien. Pero lo dejé en la doscientas y pico, así que intentarlo lo intenté.

5. No me cuentes tu vida, de Luis García Montero. No suelo comprarme libros gordos porque suelo leer en cualquier parte y son pesados para llevarlos encima, pero como el anterior de Luis García Montero me gustó tanto (Otra forma de resistencia) me compré este sin ojearlo primero. Gran error. De entrada le encontré lo que más rabia me da en un libro (y se lo comenté al propio autor en la presentación)  los copia y pega de la enciclopedia sobre la biografía de los personajes. También me dio la sensación de que me estaban aleccionando o algo parecido. No me da pena gastarme el dinero en un libro que me gusta, que me llena al leerlo, ahora me siento estafada  por el propio autor o la editorial si lo que me venden es un producto y no literatura. Apenas he llegado a la página cien, pero es que con tanta paja y tanto rodeo no puedo. Ya sé que de los actos Institucionales y de la Editorial Planeta no puedo fiarme, aunque los autores sean buenos.




jueves, 10 de enero de 2013

Empezar de nuevo



"Escribo porque escribir es otra manera de hacer el amor, de llenar el silencio con tus propios fantasmas. No sé, no sé nada."

Del libro Una visión del Jardín, de José Antonio Garriga Vela.

Así empiezo el año, leyendo a este autor del que cada vez es más complicado encontrar sus libros. Incluso hay que recurrir a librerías de segunda mano. No lo entiendo, pese a ser unos de los buenos o mejores, sus libros están agotados, descatalogados.

Espero retomar la escritura, el blog y todo lo que dejé de lado el año pasado por falta de tiempo. Leí y trabajé mucho, con horario a jornada partida y lejos.

Mientras iba al trabajo en el autobús se podría decir que devoraba libros. Algunos me han gustado mucho, me hacían perder la noción del tiempo.

Os dejo una pequeña lista, no pude hacer lar reseña por falta de tiempo, el maldito tiempo que se escapa como el aire:

De Andrés Neuman:
Hablar solos

De Clara Obligado:
El libro de los viajes equivocados

De Milan Kundera:
La insoportable levedad del Ser
La inmortalidad
El libro de los amores ridículos

De Iréne Némirovsky:
Suite francesa
El vino de la soledad

De Enrique Vila-Matas:
Hijos sin hijos
Bartlebys y compañía

De Ian-MacEwan:
 Expiación

De Ernesto Sábato:
El túnel

De Luis Landero:
Absolución

P.D: La máquina de escribir de la foto funciona y me encanta.  Es un regalo de mis queridos amigos Inmaculada Reina y su marido Fernando Ugarte. Gracias mil.